Celebrar una boda en invierno

Sabemos que durante el verano es cuando más celebraciones de bodas hay, dado que el clima es ideal para organizar un evento al aire libre, en la playa, en la montaña, o simplemente disfrutar de la ceremonia en algún espacio abierto soñado. Sin embargo, los meses entre noviembre y marzo también tienen su encanto. Por ello, en este artículo de Moda Novias, te contaremos cómo es celebrar una boda en invierno, cuáles son sus principales ventajas y qué consideraciones debes tener en cuenta.

 

Principales ventajas

 

Al ser una época menos solicitada respecto al verano, la disponibilidad de sitios o servicios resulta mucho mejor. No te encontrarás con una enorme lista de espera al reservar un salón, o con que el maquillador que tanto te gusta no tiene fechas disponibles hasta dentro de meses, o que la wedding planner que siempre soñaste no se encuentra disponible. La realidad es que al celebrar una boda en invierno, las posibilidades son más abundantes y eso cuenta como un gran beneficio.

 

El clima es otra ventaja, dependiendo de cómo lo veas. El verano resulta muy encantador en el ideal, pero es cierto que las altas temperaturas pueden ser muy agobiantes. Por ello, muchas parejas prefieren una celebración durante el otoño o el invierno, dado que de esta manera y mientras la boda ocurra en un salón puertas adentro, nadie sufrirá por el clima

 

La economía es otra de las ventajas de celebrar una boda en invierno. Siendo honestos, los precios son mucho más asequibles respecto del verano que tiene unos valores que andan por las nubes. Así que ya sabes, si tu presupuesto es un poco ajustado, el invierno es la época ideal.

 

Características principales de una boda en invierno

El vestido de novia

 

El vestido de novia siempre es una elección compleja. Durante el invierno los mejores tejidos para utilizar son el terciopelo y la lana. Otra de las cuestiones a considerar es la utilización de mangas largas y escote cerrado, que permiten abrigarte ante las bajas temperaturas. Por último, sumar un abrigo y/o un par de guantes, incorporando al look elegancia y confort, es una gran idea.

 

La comida

La variedad de platos es infinita. Pero la posibilidad de incorporar platos calientes, ofrece aún más diversidad de opciones. Estas permiten a los novios o al wedding planner jugar con el menú para generar el ambiente propicio que desean al celebrar una boda en invierno. Por ejemplo logrando un clima familiar y acogedor, que traslade a los invitados a aquellas comidas de cuando eran niños, añorando recuerdos, brindando calidez frente a las bajas temperaturas.

 

La decoración

Como sucede con la comida, la decoración también puede lograr un ambiente peculiar. El uso de velas, luces cálidas, flores secas, hojas otoñales, tonos color tierra en los textiles como en los manteles y servilletas, pueden ofrecer un ambiente romántico invadido por características invernales y otoñales que le dan el toque sofisicado y de calidez.

 

En conclusión, celebrar una boda en invierno es una gran opción para quienes buscan un estilo diferente, lejos del calor agobiante de mitad de año, con un ambiente acogedor y familiar, sin dificultades con la disponibilidad de fechas y sin dejarse la vida y el dinero para organizar la celebración.