3 puntos a tener en cuenta para elegir tu vestido de invitada de boda
¿Te han invitado a una boda? Sin duda, esto no ocurre todos los días. Es un evento muy importante y, tanto si se trata de alguien cercano, como si es una boda de compromiso, hay algo que es ineludible: debes vestirte de la forma adecuada.
Por eso, para que te resulte más fácil elegir el vestido perfecto de invitada, te vamos a hablar de los 3 aspectos que no debes olvidar a la hora de elegir tu vestido para ir a una boda.
1. El tipo de evento
El primer aspecto que debes tener en cuenta para elegir tu look para cualquier evento al que seas invitada, es el tipo de evento al que vas. Por supuesto, siempre puedes vestirte a tu gusto, pero es apropiado que tengas en mente que vas a una boda.
Por eso, hay algunos puntos a los que debes prestar atención. Uno de ellos es el escote. Hay vestidos con grandes escotes, que son preciosos y que seguro te sientan muy bien. Sin embargo, para una boda quizás sea más apropiado acudir con un vestido más discreto.
Obviamente, además de saber que es una boda, es necesario que tengas en cuenta el tipo de boda que se celebrará. No irás vestida de la misma manera en una boda que se celebre en la playa, que a otra que se celebre en un hotel de lujo.
2. El corte del vestido
A la hora de elegir el corte del vestido, es muy importante tener en cuenta cuándo se celebrará la boda. No es recomendable llevar un vestido de fiesta largo a una boda que se celebrará durante el día. A no ser, claro, que seas la madrina o una dama de honor.
Sin embargo, si se trata de una boda de estilo informal y bohemio, llevar un vestido que sea largo no será para nada extraño, siempre que no se trate de un vestido de fiesta; sino de estilo bohemio o hippie.
En el caso contrario, si se trata de una boda que tendrá lugar por la noche, lo mejor es acudir con un vestido de fiesta largo.
3. La forma y los colores
A la hora de elegir un vestido, debes pensar en cómo es tu cuerpo. Puede que te encante cómo le queda a otra persona un tipo de vestido y, sin embargo, no te guste cómo te queda a ti; o viceversa.
Por ese motivo, a la hora de escoger, tanto la forma del vestido como los colores, es necesario que tengas en cuenta tu propia forma y qué colores te favorecen más.
En el cuerpo de tipo manzana, el mejor vestido es el de corte recto. Para realzar el pecho, lo mejor es un corte imperio o canesú. Si tienes poco pecho, te sentará bien un corte ablusado. Las mujeres delgadas, irán bien con un corte tubo ajustado.
Respecto al color, dependerá del tono de tu piel y cabello. Si eres de piel clara y cabello moreno, te sentarán bien los colores intensos. En caso de que tu piel también sea morena, prueba con tonos tierra, nude y metalizados. Y, si eres rubia, tus colores serán el azul cielo, morados y rosados, y el rojo cereza.